viernes, 11 de junio de 2010

Las hormigas de mi casa


En la mañana, justo cuando salgo a trabajar ahí están. Forman una fila interminable. Ascienden una pared de mi patio, pasan del otro lado, descendien, atraviesan mi puerta y continúan su camino hasta la casa vecina donde se encuentra su hormiguero. Como si fuera cualquier cosa llevan en sus lomos hojitas y ramitas del doble de su tamaño. Todas sin excepción.

Cuando regreso por la tarde ahí continúan, con más ramitas, con más hojitas. Un día tras otro. Sin quejarse. Dueñas de una paciencia infinita no rompen su fila, saben que poco a poco, casi sin darse cuenta, lograrán una gran montaña de hojas, ramas, papeles y pedacitos de alimento. Los llevarán a su hormiguero donde, seguro, ya tienen pasillos extensos y huecos donde vivir hechos con la misma tranquilidad y paciencia que es su principal virtud.

En una ocasión decidí jugarles una broma. Conseguí un pedazo de espejo y lo coloqué enfrente de una de ellas. La pobre al ver su imagen reflejada e invertida la confundió por completo, se dio vuelta pensando que había equivocado el sentido de su caminata, soltó su hoja, chocó con otras hormigas que, supongo, le reclamaron su imprevisto cambio de dirección. Repetí la broma con otras hormigas: mismo resultado. Logré que una gran cantidad de ellas se confundieran completamente sin saber que hacer.

Recuerdo que, siendo un niño, lo más divertido era proyectar el sol con una lupa hasta incinerarlas. Mis padres argumentaban que era demasiado cruel. Es probable que tuvieran razón, pero, en mi opinión, si ellas se enteraran que unidas y en gran número podrían hacerme mucho daño mi primer opción de defensa sería mi lupa. Sin lugar a dudas.

La verdad es que ellas no se meten a mi casa ni reclaman mis dominios. Saben que, en una confrontación directa ellas llevan las de perder. Me bastaría con pisarlas. Pero no lo voy a hacer, porque se han ganado mi respeto al verlas trabajar todos los días sin descanso no importando hora, clima, ni nada. Mientras siga esta relación de respeto y comprendan quien manda de nuestras dos especies estaremos bien.

En fin, yo quería hacerles un post sobre como el poder (llámese gobierno, monopolios televisivos, políticos todos) manipula y confunde a la sociedad. Como, para conservar su dominio sobre nosotros, nos confunde y desorganiza. Pido disculpas, me la pasé hablando de las hormigas. Será en otra ocasión.

8 comentarios:

Jaime Rivera dijo...

Creo que es más interesante leer sobre hormigas que sobre el dominio hegemónico, jajaja.

El Agus dijo...

Es buena técnica usar métaforas. Un abrazo mi buen.

cosmos02 dijo...

Brocito:

Te acabas de aventar un post de lujo, muy bueno de verdad. Si tiene comentarios o no, es igual, eso no le quita a uno el deleite de leerlo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Imaginense una hormigas unidas y aparte inteligentes que no se dejaràn deslumbrar, aunq tuvieran un oponente poderoso, podrían hacer cosas tanto más interesantes que juntar hojas.
Ojala y todos entendieramos el concepto de unidad.
Me gusta tu creatividad. Seguirè leyendo lo que escribes (claro mientras no escribas contra las mujeres juju)
P.D. No soy anònimo pero no puedo darme de alta asi que soy un anònimo conocido.
Irma
Ciao.

El Agus dijo...

Bro: no me des alas que luego se me vuelven herrajes y tengo que volver a hacer el viaje a la semilla de Miguel Hidalgo (espera...¿dónde he oido eso? ). Muchas gracias Brochita.

Irmiux: Nuncamente nunca escribiría algo en contra de una mujer. A menos claro que no pudiera pronunciar la palabra "epidemiológico".

Un abrazo a ambos dos.

Casiopea dijo...

he oído que hay hormigas "malas" que pican...pero nunca las he visto...
también he oído que hay tropas de hormigas que invaden las cocinas de las señoras, pero igual, nada que mis ojos hayan podido comprobar...
serán leyendas...

estoy totalmente de acuerdo con cosmos02, es un post de lujo.

me encantó, es excelente!

El Agus dijo...

Casiopea: Muchas gracias :´)

cosmos02 dijo...

Si no puede pronunciar "epidemiológico" (juro que lo escribí de corridito) y además dice "hache ele ene ele" (creyendo que se escribió con máquina de escribir Remintong del siglo XVI que no tenían el uno), entonces no estás hablando de una mujer, sino de la mamá de Chuky y pues no cuenta para lo que se refiere Irma.

Un abrazo Bro.