miércoles, 28 de diciembre de 2011

La soledad del moco

¿Dónde embarro el moco que traigo en el dedo? ¿dónde dónde?....mmmm, veamos....apliquemos la técnica de hacerlo bolita y lanzarlo hacia el frente, invariablemente siempre funciona. Entre más ignoremos el punto exacto en donde haya quedado pegado más felices seremos de no volverlo a encontrar en nuestras vidas. Nada más triste que un moco solitario abandonado por la nariz de su dueño en el marco de una puerta, adornando una pulcra ventana o en la soledad de una pared inmensa. Sin un vello nasal que lo acompañe en su sufrimiento.

2 comentarios:

cosmos02 dijo...

La técnica de hacerlo bolita y lanzarlo discretamente hacia cualquier parte a mí nunca me ha funcionado Bro, el moco se aferra y persiste en quedarse en mi dedo. A veces brinca hacia la uña de mi pulgar para librar el lanzamiento y es entonces cuando toda la gente a mi alrededor se da cuenta de que pretendo deshacerme de algo así como un moco y automáticamente miran a mi mano. Por lo que suelo ir a la segura, caminar rápidamente junto a un muro y hacer como que lo rozo sin querer para dejarlo ahí abandonado. Eso sí, nunca de los nuncas regreso al lugar de los hechos....

Un abrazo Bro.

El Agus dijo...

Haces bien en nunca regresar Bro, normalmente los mocos son vengativos y cuando ven a su antiguo amo ya están asociados con otros mocos para, del mismo modo discreto, pegarse en tu frente y quedarse ahi durante varias horas para que todo el mundo se burle de ti con tu moco en la frente verde y pegajoso. Es su venganza perfecta.

Feliz año Brochita!