(Escrito por Cosmos02)
[ Quise poner una foto de un carro con luces de xenón pero se mueven tan rapido que no pude fotografiarlos, perdonen ]
Los chavos que le cambian los faros a su nave por unos de xenón ¿creerán que con ello su coche adquiere superpoderes que no tiene? Las luces de xenón se ven porque se ven y alumbran porque alumbran, de eso no hay ninguna duda. Y si quien los trae viene de frente, lo menos que se te ocurre es mentarle la madre mentalmente. Claro que si tu coche también trae esos hirientes foquitos de luz azul, entonces lo que el otro puede esperar es que tú también le eches la luz y así, al menos, ambos quedan parejos, igual de lampareados.
Pero lo digo por otra cosa que me parece sintomática: quienes tienen un coche, el que sea, desde un destartalado Atlantic hasta un Seat deportivo (pasando por toda la gama imaginable de carros más baratos y más caros, por supuesto) que traiga faros de xenón creen que prendiéndolos el enorme poder de la luz hará que todos se hagan a un lado y la pista se abra franca para ellos. Por eso, los prenden así sea mediodía. Pero claro, como en chilangolandia el tráfico es de locos como sea y no se abre ni de casualidad ante ninguna luz (excepto si acaso la de las ambulancias y eso cada vez menos), entonces creen, supongo yo, que alternativamente esa misma luz los envuelve en un campo de fuerza estilo la nave Enterprise del capitán Kirk y el señor Spoc de modo tal que pueden ir cambiando de carriles sin ver quién viene atrás o a los lados, pues el chiste es zigzaguear para tener al menos la ilusión de que los faros de xenón son los que te están abriendo camino en el cinturón de meteoritos que está rumbo a Marte.
Y tal vez ustedes piensen que estoy escribiendo esto porque tuve algún incidente (o accidente vehicular) con algún cafre con luces de xenón y que por eso me estoy desahogando, pero en realidad no es así. Bueno si, pero no un incidente. O sea, no creo que pueda llamársele incidente, aunque puede tomarse como tal. Vaya, mejor me explico.
Salí de mi casa alrededor de las 10 de la mañana, tomé por el eje 5 sur como suelo hacerlo todos los días, cuando por el carril de la izquierda me rebasó a toda velocidad un pequeño deportivo con luces de xenón encendidas. Como más adelante había varios camiones, dribló hábilmente para cambiar 3 carriles a su derecha (es una vía ancha, eso sí) y rebasarlos fácilmente. Lástima que como a 500 metros está el semáforo de Av. Guelatao y ahí se tuvo que parar. Yo, que iba despacio porque mi coche aún estaba frío, lo alcancé sin ningún problema un par de minutos después y quedé junto a él, era un chavo con lentes a la terminator y los pelos parados con gel. “Chale, a mi edad la brecha generacional ya se está volviendo abismo”, pensé.
Se puso el siga y con un nuevo y asombroso quiebre, que implicó meterse a mi carril aprovechando mi parsimonia para acelerar, logró ubicarse delante de todos y así poder acelerar a toda velocidad. Por un momento se perdió en una curva que tiene el eje más adelante, pero lástima, por ahí hay un semáforo para que pase la gente de la colonia Frentes de no se qué. Se tuvo que parar. Un par de minutos después llegué y me ubiqué en el carril tras él. Se puso el siga, salió disparado nuevamente, se perdió de mi vista mientras me concentraba en poner 94.5 FM, buena música desde México en mi radio. Llegué al semáforo de Periférico Oriente y, oh sorpresa, estaba junto a mí otra vez, pero ahora del lado derecho.
Pero sea, para no hacer ya el cuento más largo, así nos fuimos , semáforo tras semáforo, hasta Río Churubusco, él siempre llegando mucho antes y yo alcanzándolo para quedar a un lado o atrás de él, lo malo para él fue que ahí se equivocó de carril y quedó atrás de un camión que no se movía ni de casualidad y su única posibilidad de seguir su acelerada ruta es que yo lo dejara pasar, pero con la pena, le aceleré un poquito, al fin que mi coche ya había alcanzado la temperatura correcta, tantito nomás para no darle oportunidad de meterse y los de atrás, tanto o más gandallas que yo, hicieron lo mismo, de modo que ahí se quedó, atorado, perdiendo la carrera por la copa pistón en el último tramo y todo a pesar del poder de sus luces de xenón, a los que sumó la increíble potencia de su claxon, que no dejó de sonar desesperado, mientras yo me daba la vuelta para otro lado, dejándolo atrás.
No me sentí bien, no me sentí mal por lo ocurrido, sólo me acordé porque hace rato me rebasó por la izquierda a toda velocidad un auto con luces de xenón, prendidas también en pleno día, que un instante después alcancé en el semáforo.
3 comentarios:
Los carros con luces xenón agarran una potencia tal que sólo pueden ser detenidos por....los semáforos. Ah si, y los camiones jejeje.
Un abrazo bro.
Bro:
Ponle unas luces de Xenón a tu Chevy y ya estás manejando el Mark 5 de Meteoro ¿Meteoro? chale, sí ya soy de una generación anterior. Bueno, el auto increíble, oh, qué la.... ése también es del año de la canica. Bueno, se convierte en el auto de "Volver al futuro".... mta, tampoco. En fin, no tengo remedio ¿Te sabes un auto famoso más reciente que podamos nombrar?
Saludos Bro.
Sipo el vochito Hervey...nop, es retro también. El de los Dukes de Hazard..tampoco...em...puede ser, el trailer de Transformers Optimus Prime..,tampoco. Uta tamos viejos Bro jejeje.
Ya se ! El carro del avispón verde !...¿no verdad?...chalesss...
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