[Por Cosmos 02]
Hace unos días, en un portal de Internet me topé con un nuevo tráiler de la última película de Harry Potter, “Las reliquias de la muerte II”. Entre los fragmentos de imágenes de éste y el primer tráiler puede colegirse la siguiente escena: En una torre de la devastada Howgarts, Voldemort le pregunta a Harry Potter “¿Por qué no te mueres?” a lo que Harry responde, “Porque tengo algo porqué vivir”. Después parecen estar a la orilla de un muro roto de esa torre y Harry le dice a su enemigo: “Vamos Tom, acabemos con esto así como lo empezamos…. ¡Juntos!”, toma sorpresivamente a Voldemort del cuello y se lanza con él al vacío. Después hay otra escena de lo que parece ser el duelo final.
Ambas escenas me parecieron extrañas. Simplemente no recordaba haber leído una caída de ambos personajes ni un duelo que no fuera en el gran comedor del castillo y rodeado tanto de sus seguidores como de mortífagos, cosa que no se ve en los trailers. Por eso y porque, no lo voy a negar, soy fan de la serie, me pareció que éste era el momento oportuno para volver a disfrutar la historia releyendo el séptimo libro, antes del estreno de la última película, cosa que hice con mucho gusto estos últimos días. Y no sólo aclaré esas dudas, sino que, además, volví a refrescar en la memoria muchos otros detalles que me parece enriquecen la historia de modo interesante, mucho más allá del hecho de que se trata de todo un universo mágico.
Por ejemplo, es obvio que J.K. Rowling le basta con observar cómo se comporta la opinión pública de su país ante los tabloides sensacionalistas, que tienen una larga tradición en Inglaterra, para poder contar la historia de Rita Skeeter y las “escandalosas revelaciones” que hace sobre Albus Dumbledore. De modo indirecto J.K. Rowling no tiene empacho en señalar lo sinvergüenzas que suelen ser algunos periodistas si se trata de vender. Y si bien en el libro no se menciona ninguna relación entre Skeeter y Voldemort, la analogía del aspirante a dictador que usa como estrategia destruir la reputación y la credibilidad moral de sus enemigos es obvia. La Historia de la humanidad es rica en casos como esos. El poder se vale de todos los recursos a su alcance para debilitar al enemigo, entre ellos el uso faccioso de los medios de comunicación. En México los casos abundan. Decir Televisa y Tv Azteca, para mí es sinónimo de la más inescrupulosa manipulación informativa con fines de interés político y económico.
La otra analogía histórica interesante es la de la obsesión de Voldemort y sus seguidores por la supremacía de la sangre pura sobre los “sangre sucia” y los muggles, lo cual nos remite claramente a la obsesión de Hitler por la supremacía de la raza aria sobre el resto del mundo. Lord Voldemort es un fascista que se mueve tras las bambalinas del Poder para mover títeres en el Ministerio de magia (ellos cuentan con la maldición “Imperius”, lo que puede equivaler a jugosos sobornos o amenazas de muerte), perseguir y asesinar opositores, crear panfletos de propaganda ideológica, distorsionar las noticias y cambiar las leyes (o aplicarlas discrecionalmente) hasta lograr la instauración de un Estado totalitario.
Lo otro, que es lo que realmente se destaca en las películas y que le da su gran atractivo, es el universo mágico y todas sus peculiaridades: las varitas y las relaciones con sus dueños, los otros seres mágicos, como los elfos, hipogrifos, arañas gigantes y demás, la larga colección de hechizos, el uso del díctamo para curar rápidamente las más terribles heridas, la bolsa de mano en la que cabe todo, etcétera, etcétera.
Es de resaltarse los Horrocruxes, auténtico sesgo demoniaco de la historia. La intrincada relación que hace Rowling de la historia personal de Dumbledore, la misión de Harry de destruir los horrocruxes y la existencia de las Reliquias de la Muerte crean un complejo entorno en el que, además, la narrativa va subiendo de tensión hasta llegar, casi al final del libro, al clímax del enfrentamiento final.
En esta relectura fue exquisito para mí recordar tres detalles que habría que tener presentes como buenos fans: Para que la profecía del quinto libro tenga sentido (“Ninguno vivirá si el otro sobrevive”, palabras más palabras menos), Harry debe morir a manos de Voldemort porque él mismo es un horrocrux que se creó cuando le hicieron la cicatriz. Ese pedazo de alma está representado en el bebé deforme de la estación del tren cuando Dumbledore le aclara la historia a Harry. Al mismo tiempo, al morir Harry, Voldemort pierde la protección que adquirió de Harry cuando usó su sangre para renacer. Lo segundo nos remite al sexto libro. Cuando Snape mata a Dumbledore, quien le quita la varita un momento antes es Malfoy. A su vez, en el enfrentamiento en casa de los Malfoy, quien lo desarma es Harry, por tanto, no importa que Voldemort haya tomado la varita invencible de la tumba de Dumbledore y haya matado a Snape para obtener su lealtad, Harry es su dueño y Voldemort termina con ella matándose a sí mismo. Dudo mucho que en la película puedan verse con claridad esta anécdota.
Lo tercero es la vuelta de tuerca final, la última sorpresa reservada y oculta celosamente en los seis libros anteriores. Todo un giro dialéctico en toda la trama: el aliado más fiel y sacrificado de Harry Potter es Snape. De hecho, el peor enemigo de Voldemort es Severus Snape, que por amor a Lily Potter fingirá por años y años para proteger a Harry y acabar con el señor oscuro.
En fin. Seguramente veré la película, igual y hasta la disfruto en 3D si tengo oportunidad, pero por muy espectaculares que sean los efectos cinematográficos y por muy hábil que sea el director para narrarnos la historia (la película 6 fue espantosa y el libro sensacional), nada puede compararse al inmenso deleite de ir develando sus misterios conforme se lee. Y será cliché, pero no deja de ser cierto: siempre será mejor leer que ver la película.
7 comentarios:
Yo leí los primeros cinco libros y luego fue poco a poco decayendo mi interés hacia Harry Ploter. Aunque si leí todos los libros. El final sí me pareció nada apoteósico, espectacular ni nada por el estilo, tal vez sea porque no soy tan tan tan fan, sinceramente.
Saludotes Bro.
A mí al contrario Bro, el tercero y el séptimo libro me parecen los más logrados. Y el que no terminara la historia con la muerte de Harry Potter me parece secundario. Las analogías de la realidad que la autora usa en su novela es lo que me parece más rescatable.
Saludotes también Bro.
Tal vez no que terminara con la muerte de Harry Ploter, pero si cuando menos con unas 30 páginas de madrazos, tensión, explosiones, persecusiones y vueltas de tuerca para ponerle emoción al asunto.
Me sigo quedando con El Señor de los Anillos.
Tendré que echarme esa zaga Bro, de ella,sólo he leído "El hobbit".
Un abrazo.
nooooooo!!!! ya casi cuentan el final!!!!
Estoy completamente de acuerdo en que es mejor leer que ver la película.
En el caso del señor de los anillos, yo primero leí los tres libros, y después vi las películas. Mi imaginación basada en las descripciones de Tolkien fue mucho mejor que cualquier efecto especial del cine, además de que recuerdo mejor la historia.
El problema fue que, al ver las películas estaba esperando a que ocurrieran cosas o ver detalles que leí, y el director decidió omitir.
Así que con Harry Potter, opté por primero ver las películas y después leer los libros, lo malo es que me parece que hay partes (como el caso de los horrocruxes) que no se entienden del todo bien si solamente se ven las películas.
En fin, yo sí veré la película, y probablemente la compre después para verla en mi casa. También me leeré los 7 libros de un jalón para entender correctamente la historia.
*Que buen post, de aquí podría salir otro de como malas películas arruinan buenos libros :)
Buena idea Casiopea, conozco bastantes ejemplos. Saludos
Viendo las cosas en perspectiva, estoy convencido que la saga "Canción de hielo y fuego" es mejor que la de Harry Potter y en una de esas hasta que "El señor de los anillos". Saludos.
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