lunes, 22 de agosto de 2011
La sangre de San Genaro
Poco antes del fallecimiento del Papa Juan Pablo II, le fue extraída sangre por si acaso necesitaba una transfusión. Esa sangre ahora se encuentra en la Ciudad de México y es expuesta al público en general, como una de las reliquias del ahora extinto pontífice.
Su sangre, apenas una gota, encapsulada en una botella parece que no es lo suficiente como para lograr el milagro de la sangre de San Genaro. Esa si mis respetos para que vean.
San Genaro fue Obispo de Benevento (noreste de Nápoles) en el siglo III. Durante la persecución de cristianos ordenada por el emperador romano Diocleciano (hagan de cuenta que en esa época la religion cristiana era como ahora las drogas: ilegal. Y hasta que llegó al poder el emperador Constantino I y la legalizó, hubo matanzas de miles y miles de cristianos. Como ahora por las drogas...en fin.) bueno, pues resulta que San Genaro, obispo de Benevento fue capturado por los romanos y decapitado en el año 305.
En honor a él, el 19 de septiembre, aniversario de su muerte, se expone en la Catedral de Nápoles una urna que contiene su cabeza y un recipiente con su sangre solidificada y negruzca (imagínense, ahi está desde hace 18 siglos...digo). Los fieles comienzan a rezarle tanto a su cabeza como a su sangre y ésta, inexplicablemente, comienza a tornarse nuevamente líquida y rojiza. Esto también sucede el primer sábado anterior al primer domingo de mayo en el que se celebra la fiesta del traslado de San Genaro y el 16 de diciembre en la fiesta de San Genaro, Patrono de la ciudad.
Inexplicablemente dicen los que profesan la religión cristiana desde luego, la explicación dada por los científicos es que la sangre es un fluido no-newtoniano. Este tipo de fluidos se mantienen sólidos mientras están en reposo y líquidos (es decir entran en proceso de licuefacción) cuando se les aplica algún tipo de fuerza y comienzan a moverse.
Desconozco como sea exactamente la ceremonia en la que los encargados sacan la cabeza y la sangre de San Genaro, pero me imagino que en algún momento agitan la sangre de tal forma que esta pasa de sólida a líquida obrando asi el milagro.
Si alguien tiene la oportunidad de ver la cápsula donde está la sangre de Juan Pablo II aplíquele una agitada como si estuviera preparando un coctel. Digo, por simple curiosidad a ver que sucede.
P.D. Post publicado también en el blog cuarentaynueve.
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2 comentarios:
Me recuerdas a la anécdota que cuenta Eduardo Galeano en uno de sus libros respecto a una virgen que lloraba en Nicaragua, al parecer por razones que tenían que ver con el gobierno Sandinista de Daniel Ortega. Sumergían la cara de la virgen en agua y luego a un congelador. Después, ya en la iglesia, con el calor, el agua se derretía y daba la impresión de estar llorando.
Un abrazo Bro.
Aca con el buen San Genaro pasa lo mismo Bro, resulta que ha habido días en que la sangre no se vuelve líquida y creen que algo malo va a suceder.
En una ocasión de esas (1987) fue elegido como intendente en Nápoles...un comunista.
Ellos ven el modo pero el milagro lo acomodan a las circunstancias.
Otro abrazo Bro.
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