martes, 20 de julio de 2010

La Trilogía Millenium


[Por Cosmos02]

Obsesionado con la desaparición, y posible asesinato, de su sobrina Harriet cuarenta años antes, el antiguo director ejecutivo de un poderoso grupo industrial de Suecia contrata a un periodista venido a menos después de ser encontrado culpable de difamación y condenado a 3 meses de prisión, Mikael Blomkvist, para que haga un último y desesperado esfuerzo por descubrir la verdad.

Así inicia la primera novela de la trilogía “Millennium” de Stieg Larsson titulada “Los hombres que no amaban a las mujeres”, a la cual le siguen “La chica que soñaba con un bidón de gasolina y un cerillo” y “La reina en el palacio de las corrientes de aire”, las cuales han sido un fenómeno de ventas a nivel mundial. Éxito póstumo para Larsson, muerto prematuramente de un infarto antes de que apareciera su primer libro.

En su búsqueda por desentrañar el misterio, Mikael no sólo irá descubriendo la truculenta historia de la poderosa familia Vanger, sino además se topará con la verdadera heroína de la trilogía, Lisbeth Salander, una singular mujer llena de piercing y tatuajes que resulta ser la mejor investigadora de Milton Security, empresa de seguridad privada, gracias a sus dotes de hacker de talla mundial que le permite entrar a husmear en cualquier computadora del mundo con la facilidad con la que cualquiera va a al baño a hacer pipí. De hecho, a su vez, el trágico y oscuro pasado de Lisbeth Salander le da contenido a la segunda y tercera novela de esta exitosa serie.

Salander y Blomkvist unirán sus aptitudes y no sólo resolverán el misterio de Harriet Vanger, sino además se enfrentarán a asesinos en serie, tratantes de blancas, mafiosos rusos, policías corruptos, industriales fraudulentos y toda una fauna que uno, desde nuestro pobre y devastado país, no se imaginaría ni de lejos que también se da en Suecia (lo cual, dicho sea de paso, me parte el corazón, porque me mata el chiste de que yo iba a nacer en Suecia, pero a la cigüeña se le ponchó un ala y vine a caer aquí).

Y es que si algo define a Salander y Blomkvist es una inflexible tenacidad para encontrar la verdad, pero también su indeclinable vocación por la justicia. No la justicia plasmada en leyes hechas a modo para que los poderosos nunca paguen, como ocurre tan descaradamente aquí, sino una justicia ideal, abstracta e interpretada muy a su manera, pero que les permite siempre ver con claridad quien tiene que pagarla y cómo. Y eso es más característico en Lisbeth Salander, quien con su magnética personalidad no se tienta el corazón para aplicar el ojo por ojo y diente por diente a los malos sin importar la brutalidad que sea necesaria. Así pues, Salander y Blomkvist son una especie de justicieros sui-generis en una Suecia oscura y corrupta donde la injusticia también propicia el surgimiento de héroes de novela.

Por otra parte, no hace falta ser experto en literatura para darse cuenta que las novelas de Larsson son, desde ese punto de vista, bastante pobres. No hay bellas metáforas, la descripción del paisaje es breve y limitada y la narración llega a ratos a parecer declaración ministerial. Vaya, lo que quiero decir es que no tenemos la fluida prosa sin puntuación del maestro Saramago, la imaginación de García Márquez o el implacable estilo de un Vargas Llosa, pero, sin embargo, va construyendo un entramado tan complejo y verosímil que le impide al lector detenerse si no es hasta saber cómo se resuelve toda la historia hasta el final del tercer libro, así sean las tres de la mañana.

Cuando uno busca información sobre Stieg Larsson, se encuentra con otra historia que daría para otra novela. Resulta que su padre y su hermano (o hermanos, no me acuerdo), quedaron como beneficiarios de los derechos de las novelas (de las cuales, además, se han hecho sus respectivas películas y que, al menos en Europa, han tenido también mucho éxito), pero su compañera no, a pesar de ser ella quien convivió con el autor en su periodo creativo e influyó de diversos modos en el desarrollo de las tres historias, por lo que mantiene un litigio sobre lo que le corresponde.

Un detalle curioso de la primera película: Hay una escena donde Lisbeth Salander muestra el expediente de Mikael Blomkvist y en donde puede verse una fotografía de él cuando era más joven. En la fotografía que usaron puede verse claramente que se trata de Gael García Bernal. En fin, por ahí leí en Wikipedia, que Larsson tenía proyectadas 7 novelas de la misma serie, pero la muerte vino a interrumpir su trabajo. ¿De qué iban a tratar esas cuatro historias que faltaron? Lamentablemente ya no podemos saberlo. Seguramente Blomkvist y Salander tendrían que unir fuerzas otra vez para combatir y vencer a sus enemigos. Lo cierto también es que nos perdimos la continuación de una historia donde las mujeres tienen que abrirse paso a punta de trancazos en un mundo dominado por hombres que no aman a las mujeres.

4 comentarios:

El Agus dijo...

La verdad Bro es que yo no me acerqué a estos libros primero por el título, "Los hombres que no amaban a las mujeres" inmediatamente lo relacioné con un libro de autoayuda para mujeres. Hubiera funcionado más ponerle como sale en el trailer "La mujer con el tatuaje de dragón". Tampoco la portada me ayudó mucho que digamos con ese fondo negro y esa mujer con cabeza grande y cuerpo diminuto. Nada me relacionaba los libros con la trama que platicas. Ahora que leo tu post se oye interesante la trama, la leeré y ya te diré que me pareció.

Un abrazo.

Martu dijo...

Dicen que la traducción del libro es bastante mala, claro, quien puede compararla... y pues de entrada, el título del primer libro no viene al caso, aunque habría que ver en sueco cómo se traduce, literalmente.
Pero, fuera de eso, los libros son increíbles, te cautivan, no puedes soltarlos, no sientes que las páginas pasan, y siempre hay un factor sorpresa en ellos. Los recomiendo ampliamente, y de verdad, ni se dejen llevar por los títulos o incluso por la foto de portada... yo compré el primero por mera recomendación, pero igual tenía mis dudas... me llevé una gratísima sorpresa!

Ah!! y se me hizo totalmente EXCELENTE la personificación de Lisbeth Salander en la pantalla grande. Es igualita a como la imaginaba!

Gracias por este post! :)

cosmos02 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
cosmos02 dijo...

Bro:

O lo que es lo mismo "No juzgues a un libro por la portada".
En efecto, la portada no atrae particularmente y su diseño es medio desafortunado, pero a mi llamó la atención el texto de la contraportada que leí una vez en una librería. Luego supe por una nota en el periódico que los libros eran Best sellers. De cualquier modo, son mucho mejores que las babosadas que escribe Dan Brown.

Martuch: Entiendo que los títulos de los libros son tal cuales en el idioma original. Respecto a la traducción, ciertamente no podemos compararlas con el original, pero no hace falta para darse cuenta que el lenguaje utilizado no es español neutro, sino el de España, con sus muchos modismos, como decir "Vale", en lugar de "De acuerdo", o "cabreado" en lugar de "enojado". No parece difícil adivinar que quien la tradujo vive en Madrid.
No he visto la peli, pero si cortos y, en efecto, la Lisbeth Salander del cine parece muy bien caracterizada. Una chica aparentemente muy vulnerable, antisocial, medio gótica, pero con una inteligencia capaz de enfrentar la paradoja de Fermat, una memoria fotográfica, una gran habilidad para meterse en computadoras ajenas y que le "cabrea" mucho los hombres que maltratan mujeres. De hecho, las mujeres son lo mejor de las novelas de Larsson: Erica Berger, Susane Linder, Giannini y otras más son inteligentes, decididas y honestas. En fin, post del post....

Saludos.